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Aviso Importante

1. El hombre creado por Dios, cayó en pecado, y por el pecado vino la muerte a todos los hombres, por lo tanto, la raza humana requiere de una salvación.

2. Dios no sólo planificó de antemano nuestra salvación, sino que Él mismo la realizó, mediante Jesucristo que es el Verbo encarnado, el mismo que también murió y resucitó por nosotros.

3. La salvación completa de Dios comprende dos aspectos importantes:

  • a. La redención, aspecto logrado mediante la muerte de Cristo, obteniendo para nosotros la sabiduría, justificación, redención, santificación (1Co. 1:30). La redención también implica que fuimos reconciliados en su cuerpo de carne, a causa de la enemistad que había en nuestras mentes (Rom. 5:10, Efe. 2:3). Cristo nos redimió de la ley, hecho por nosotros maldición (Gál.3:13).

  • b. La justificación, aspecto logrado mediante la resurrección de Cristo, la cual opera en todos aquellos que hemos recibido la Vida de Dios, es decir la Vida Divina, por el Espíritu Santo (1Pe 1:3).

4. El nuevo nacimiento nos da entrada al Reino de Dios, pero necesitamos avanzar en el conocimiento de Dios en vida.
5. Existe un crecimiento de vida que da Dios

  • a. Necesitamos el crecimiento en vida, que obra por la fe (1Co. 3:7). Así que ni el que planta es algo, ni el que riega, sino Dios, que da el crecimiento.,

  • b. A fin de que Cristo sea formado en nosotros, (Gal. 4:19). Hijitos míos, por quienes vuelvo a sufrir dolores de parto, hasta que Cristo sea formado en vosotros, (Efe. 4:13). Hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo;

  • c. Desead, como niños recién nacidos la leche espiritual no adulterada para que por ella crezcáis para salvación (1Pe. 2:2)

6. Para el adecuado crecimiento:

  • a. Debe haber una adecuada consagración en forma continua, (Rom. 12:1). Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional.

  • b. A través de la consagración Dios nos revela Su voluntad (Rom 12:2). No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.

  • c. Debe haber un arrepentimiento y reconciliación con el Señor lo cual nos restituye la paz (Col. 1:20). Y por medio de él reconciliar consigo todas las cosas, así las que están en la tierra como las que están en los cielos, haciendo la paz mediante la sangre de su cruz.

  • d. Una condición para seguir al Señor es negarnos a nosotros mismos y tomar nuestra cruz, (Mat 16:24). Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame.